Pasta de galletas

La pasta para galletas es muy importante, ya que decidirá si tus galletas serán un éxito o fracasarán desastrosamente. Existen variedades de recetas, pero solo una ha logrado que mis galletas tengan la textura perfecta y se mantengan suaves por mucho más tiempo. 

        INGREDIENTES:

        1. 90g de mantequilla (temperatura ambiente) 

        2. 1 taza de azúcar

        3. 2 tazas de harina de trigo

        4. ½ taza de aceite

        5. 1 huevo

        6. ½ cdta de polvo para hornear

        7. 1 cdta de extracto de vainilla

Para empezar con tu pasta base debes tener tu mantequilla a temperatura ambiente, esto se logra sacando la mantequilla del refrigerador media hora antes, o en su defecto, meterla al microondas en intervalos de 5 segundos hasta que se suavice (no derretida). Una vez que esté lista, añadir el azúcar y mezclar con batidora hasta que esté cremosa.

Es hora de agregar los ingredientes líquidos, agrega el aceite, huevo y la cucharadita de vainilla y sigue batiendo para conseguir una mezcla homogénea. 

En un tazón aparte, cierne la harina junto con el polvo para hornear. Una vez que no tenga grumos, añade en partes pequeñas a la mezcla anterior hasta conseguir una pasta suave. 

Ojo aquí, ya que muchas personas suelen añadir más harina a su mezcla para que esté más firme, pero este es un error común. Si añades más harina, lo único que causarás es que tu pasta esté muy densa y por tanto tus galletas estarán “masudas”. 

Para conseguir que tu pasta se ponga firme, mete al congelador por 15 minutos antes de hornear.

Esto es todo lo que tienes que saber para conseguir unas galletas perfectas, si quieres aprender distintas formas para usar tu pasta base sigue leyendo este blog. ¡Vamos a hornear!